Las marcas están reguladas por la ley 22.362 y esta dispone que son una o más palabras con o sin contenido conceptual y todo otro signo con capacidad distintiva, como por ejemplo un sonido o un olor particular. Sirven para distinguir e identificar productos y servicios y también cumplen un rol muy importante en la identificación del origen de los mismos y en muchos casos son sinónimos de calidad.

Se registran ante el Instituto Nacional de la Propiedad Industrial. El proceso de su registro demora entre 8 o 14 meses aproximadamente. Una vez concedida la marca se otorga un título de propiedad. Las marcas tienen una vigencia de 10 años contados a partir de su registro pero pueden ser renovadas indefinidamente por períodos iguales en la medida que hayan sido utilizadas en los cinco años anteriores a cada vencimiento en la comercialización de un producto o en la prestación de servicio e incluso como parte de la designación de una actividad.

El registro de marca consiste en un derecho de propiedad que otorga a su titular la exclusividad de su uso y la posibilidad de impedir que terceros utilicen la misma o un signo confundible, de allí la importancia de obtener su registro.

Las patentes y modelos de utilidad están regidos por la ley 24.572. Ella establece que toda creación humana que permita transformar materia o energía para su aprovechamiento por el hombre se considerada una invención. Se pueden patentar las invenciones de productos o de procedimientos en la medida que sean nuevas, entrañen una actividad inventiva y sean susceptibles de aplicación industrial.

Las patentes se registran ante el Instituto Nacional de la Propiedad Industrial. El proceso de su registro demora como mínimo 3 a 4 años aproximadamente. Una vez concedida la patente se otorga un título de propiedad por 20 años contados a partir de la presentación de la solicitud de patente.

El registro de la patente consiste en un derecho de propiedad que otorga a su titular la exclusividad de su uso sobre su invento y la posibilidad de impedir que terceros utilicen el mismo, de allí la importancia de obtener su registro. El modelo de utilidad consiste en toda disposición o forma nueva obtenida o introducida en herramientas, instrumento de trabajo, utensilios, dispositivos u objetos conocidos, en cuanto importen una mejor utilización en la función a que estén destinados.

Una vez obtenido su registro confiere a su creador el derecho exclusivo de explotación por el plazo de 10 años improrrogables, contados a partir de la fecha de presentación de la solicitud.

Los modelos y diseños industriales están regulados en el DECRETO-LEY N° 6.673/63 y consisten en las formas incorporadas a un producto industrial o artesanal que le confiere carácter ornamental.

Los modelos tienen un aspecto tridimensional mientras que en las formas los aspectos son bidimensionales.

Para poder ser registrados, deben ser novedosos, es decir que no hayan sido publicados o explotados públicamente, en el país o en el extranjero, con anterioridad a la fecha del registro. También deben tener una configuración y fisonomía propia y novedosa con respecto a modelos o diseños industriales anteriores y sus elementos no deben estar impuestos por la función técnica que debe desempeñar el producto.

Los modelos y diseños industriales se depositan ante el Instituto Nacional de la Propiedad Industrial. La protección se otorga por 5 años a partir de la fecha del depósito y se puede renovar por dos períodos consecutivos de la misma duración. El titular obtiene el derecho de impedir la reproducción o imitación no autorizada por parte de terceros de su modelo o diseño industrial, de allí la importancia de contar su registro.

Los derechos de autor están regulados por la Ley 11.723 que protege toda producción científica, literaria, artística o didáctica, software, sea cual fuere el procedimiento de reproducción.

Es importante diferenciar que la protección del derecho de autor abarcará la forma concreta de expresión de las ideas, procedimientos, métodos de operación y conceptos matemáticos pero no esas ideas, procedimientos, métodos y conceptos en sí.

Argentina ha suscripto numerosos tratados internacionales vinculados a la protección del derecho de autor como la Convención de Berna por la cual se otorga reciprocidad de protección a las obras extranjeras cuyos titulares pertenezcan a países que hayan adherido a dicha convención.

Si bien la obra se protege desde el mismo momento de su creación siempre es aconsejable su depósito ante la Dirección Nacional del Derecho de Autor o sus entes cooperadores para obtener una fecha cierta.

Los derechos de autor sobre las obras corresponden a los autores durante toda su vida y a sus herederos o derechohabientes hasta setenta años contados a partir del 1 de enero del año siguiente al de la muerte del autor.